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¿Cómo ser más productivo en casa?[En época de COID-19]

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Durante la cuarentena es necesario adaptarse y empezar a producir fuera de la oficina. Pero no caigas en la procrastinación y aprende cómo ser más productivo en casa.

En estos tiempos de pandemia, la mayoría de las personas han tenido que mudar su trabajo a casa para poder seguir en cuarentena. Aunque en un principio puede parecer una maravilla, lo cierto es que empezamos a llenarnos de distracciones; los niños, la ropa, la comida… No te preocupes, hoy aprenderás cómo ser más productivo en casa sin morir en el intento.

En esencia, todo se trata de una buena administración del tiempo y saber mantener tus tareas separadas. Pero puede ser difícil entender que estás trabajando cuando te encuentras en tu espacio de ocio; veamos qué puedes hacer para que tu mente se ponga en modo productividad.

Consejos para ser más productivo

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Antes de empezar, debes saber que nos hemos enfocado en la productividad para el trabajo desde casa. Sin embargo, estos consejos pueden servirte para otras áreas de tu vida; ya sea que debas entregar un proyecto a tus jefes o debas aprobar los exámenes finales, la organización es clave para el éxito.

Arma un espacio de trabajo

Uno de los principales errores al trabajar desde casa es buscar la mayor comodidad posible, acabando con la laptop sobre la cama o en el sofá frente al televisor. Lo más recomendable es mantener los espacios separados para que puedas poner un límite claro entre tu trabajo y la vida de casa.

En este sentido, establece un espacio de trabajo confortable, con una mesa limpia y ordenada, una silla cómoda y un ordenador, así como una excelente iluminación. No escatimes en comodidad, pues una mala posición puede ocasionar dolores corporales que te llevarán a bajar el rendimiento. Además, aclárale a las personas en tu casa que estás trabajando y no pueden interrumpir.

Elabora rutinas

Es cierto que el trabajo en casa te permite tener un horario más flexible, pero esa también puede ser su principal desventaja. Tienes que elaborar rutinas para que el cerebro sepa cuándo debe trabajar y cuándo puede distraerse. Lo ideal será que intentes suficientes rutinas hasta que des con una con la que te sientas cómoda; puedes tener diferentes rutinas a lo largo de la semana.

En dicha rutina debes establecer un tiempo de trabajo, uno para el ocio, otro para el gimnasio, las tareas del hogar y el descanso.

Planifica tu día

Una actividad que puede tomarte mucho tiempo es decidir qué hacer, por lo que te convendría planificar tu día la noche anterior. Si dedicas 5 minutos antes de dormir a hacer una lista de tareas, podrás dormir cómodamente y tendrás la mente clara por la mañana; evitarás perder tiempo antes de empezar a trabajar.

Por su parte, si vas a hacer una planificación diaria, deberías combinarla con una revisión semanal de tus tareas y proyectos; al mismo tiempo, cada tantos meses podrías hacer una planificación panorámica de tus objetivos y responsabilidades.

Elige metas diarias

Al no contar con un gerente que te exija entregas diarias, podrías caer en la procrastinación; esa es la desventaja de ser responsable de tus propios resultados. En concordancia con el punto anterior, los mejores índices de productividad llegan cuando has establecido metas diarias que alcanzar.

Las metas pueden tratarse de responder cierta cantidad de emails, resolver demandas o grabar un vídeo diario; lo importante es que se mantengan en evolución para que el negocio no es estanque. Al haber completado una puedes recompensarte, ya sea viendo un vídeo gracioso o dedicando 10 minutos a algún videojuego.

Establece prioridades

Puede que todas las tareas sean importantes, pero siempre habrá algunas que por ningún motivo debes dejar para más tarde; puede que sean las que tomen más tiempo o las que tengan mayor impacto en tu negocio. Por eso te recomendamos destacar cuáles son esas Tareas Más Importantes (TMI’s) y colocarlas en una lista de prioridades; marca como máximo tres de ellas.

Al realizar primero las tareas más importantes te sentirás realizado y satisfecho, lo que mejorará el ritmo para las siguientes tareas de tu día. De allí la importancia de tener todas tus tareas definidas desde un principio.

Evita distracciones

Este es sin duda el consejo más importante. Si sabes que ciertos elementos o actividades pueden distraerte de tus responsabilidades, lo mejor será que los apartes. Por ejemplo, deberás mantener las redes sociales cerradas, el teléfono y el televisor apagado, y a tus mascotas y familiares fuera del área de trabajo.

En tu rutina diaria podrías establecer un tiempo limitado para atender el celular, responder los correos y entrar a redes sociales. Lo importante es no dejar que todas estas actividades fantasmas se coman tu tiempo.

No te olvides de descansar

Aunque nuestra intención es sacar la mayor cantidad de trabajo posible, descansar también es esencial para mantener el ritmo productivo. El descanso no solo es esencial para mejorar la calidad del trabajo, sino también para mantener el funcionamiento del cuerpo de manera saludable.

Después de terminar una tarea, deberás tomar algunos minutos de descanso para hacer algo que te de placer o simplemente desconectar. ¿Alguna vez has escuchado del método Pomodoro? Consiste en trabajar durante bloques de 25 minutos, descansar 5 minutos y seguir repitiendo, después de cuatro bloques viene un descanso largo, de unos 20 minutos; todo esto es referencial, experimenta.

Identifica tus momentos productivos

Por extraño que pueda parecer, todos tenemos momentos en que somos más productivos que otros. Cada persona es diferente y mientras algunos se concentran mejor en las mañanas, otros trabajan mejor por la tarde e incluso durante las noches. Al trabajar desde casa, debes reconocer tus niveles de motivación durante el día y hacer un plan.

Como norma general, lo mejor será programar las tareas más difíciles, o aquellas que requieren mayor atención, para estos períodos productivos. Los períodos menos motivados puedes usarlos para completar logísticas más sencillas o sistemáticas.

Aprovecha la tecnología

Si bien el teléfono celular puede ser una distracción al trabajar desde casa, también puede ser tu mejor aliado. Por un lado, las apps de mensajería y herramientas de videoconferencias te permiten estar conectado a la oficina, manteniéndote en comunicación con tus compañeros de trabajo. Además, cuentas con muchas aplicaciones para el móvil que te ayudarán a mantenerte organizado.

Por ejemplo, con Google Calendar puedes establecer las tareas de la semana con anticipación e ir recibiendo notificaciones por correo mientras los compromisos se acercan; otras aplicaciones como Evernote o Trello también te permiten mantener una lista de tareas e incluso facilitan el trabajo colaborativo.

Cocina con anticipación

Cuando estás en casa, seguro tienes la tentación de preparar un buen desayuno o almuerzo. Sin embargo, todo lo que implica cocinar, termina llevándose bastante tiempo. Recuerda que, si estuvieras en la oficina, no habrías cocinado durante tu horario del almuerzo, ¿por qué hacerlo en casa?

Lo mejor será que prepares todas tus comidas el día anterior, para que puedas almorzar con comodidad y evites gastar energía en tareas que no aportan nada al progreso del proyecto.

No mezcles tareas

Ser multitareas se hizo muy popular a mediados del siglo pasado, con la mentalidad de que un profesional debe realizar muchas tareas al mismo tiempo para sobresalir en el negocio; escribir un email, mientras se conversa en el chat y se atiende una llamada de emergencia. Es momento de replantearse esto, pues dificulta el rendimiento y perjudica el desempeño en cada tarea.

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Aunque el cerebro puede almacenar muchas cosas, solo es capaz de procesar una información por vez. Concéntrate en una tarea a la vez, pues el multitasking puede ser más perjudicial que beneficioso.

Tu casa es tu oficina

Si bien te encuentras en casa, el ambiente de una oficina ayuda a tu cerebro a sentirse más productivos; por eso es conveniente que apliques las ideas asociadas con ella. Sigue la misma rutina que seguirías si tuvieras que salir de casa: programa la alarma, prepara café, báñate y vístete bien.

Incluso puedes configurar diferentes cuentas en el navegador con diferentes barras de herramientas, para que sientas una diferencia entre tu navegación de ocio y la del trabajo. Lo importante es que sientas que debes ir a la oficina y, por tanto, debes trabajar.

Termina cuando debas terminar

Trabajar desde casa puede acomodar tus horarios para que compagines mejor tu vida laboral con la familiar, pero es un arma de doble filo. Cuando nadie te dice cuándo empezar y –más importante–cuándo terminar, puedes comprometerte tanto con una tarea que terminarás perdiendo la noción del tiempo.

En la oficina, tienes la costumbre de apagar el equipo y volver a casa, también a tus compañeros que te recuerdan que ya acabó el día. En casa, puedes establecer una alarma para señalar el fin de la jornada; aunque puedes continuar con la tarea hasta terminar, tu cerebro estará preparado para finalizar cuanto antes.

Finalmente, podemos decir que el secreto para ser más productivo en casa está en una buena organización, un ambiente ordenado y mucha disciplina. Si logras adaptarte a este estilo de trabajo, tal vez no tengas que regresar a tu oficina después de la pandemia. Aunque requiere fuerza de voluntad, el trabajo desde casa tiene muchas ventajas que seguro podrás aprovechar.

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